Hola, hoy les traigo una novela de género erótico, político, social, que espero lo disfruten.
Quizás, quizás, quizás, de Norma Yamille Cuéllar.
Ana es una joven de 26 años, bien dotada y sexualmente despierta, que desde muy temprana edad descubrió los placeres del sexo y con ello las cosas que podría obtener explotando su sexualidad, algunas veces le fue bien y otras no tanto, pero en una de esas veces que la suerte no estaba de su lado sufre un accidente, un vehículo la atropello enviándola al hospital, puede pensarse que Ana tiene un muy mal momento, pero la verdad es que esto le cambiara la vida, falta saber si para bien, para mal o para peor. Ya que a raíz del accidente, la vida de Ana cambio drásticamente, por azares del destino, ella paso a formar parte de la élite social y política de México, utilizando el poder, la influencia y el dinero que con ello conlleva, todo esto para intentar manipular un proceso electoral, y de paso follarse a su candidato, total, nadie dice que no deba desahogarse un poco después de tanto estrés con el que ella vive diariamente.
Una lectura sumamente entretenida, con una buena dosis de erotismo, que nos muestra los tejemanejes inescrupulosos de un proceso electoral, y para los que somos de México, nos hará recordar un aspecto negro de nuestro país. Pero que a la vez es una lectura que también nos divertirá con las ocurrencias y vivencias de Ana.
Ana es una joven de 26 años, bien dotada y sexualmente despierta, que desde muy temprana edad descubrió los placeres del sexo y con ello las cosas que podría obtener explotando su sexualidad, algunas veces le fue bien y otras no tanto, pero en una de esas veces que la suerte no estaba de su lado sufre un accidente, un vehículo la atropello enviándola al hospital, puede pensarse que Ana tiene un muy mal momento, pero la verdad es que esto le cambiara la vida, falta saber si para bien, para mal o para peor. Ya que a raíz del accidente, la vida de Ana cambio drásticamente, por azares del destino, ella paso a formar parte de la élite social y política de México, utilizando el poder, la influencia y el dinero que con ello conlleva, todo esto para intentar manipular un proceso electoral, y de paso follarse a su candidato, total, nadie dice que no deba desahogarse un poco después de tanto estrés con el que ella vive diariamente.
Una lectura sumamente entretenida, con una buena dosis de erotismo, que nos muestra los tejemanejes inescrupulosos de un proceso electoral, y para los que somos de México, nos hará recordar un aspecto negro de nuestro país. Pero que a la vez es una lectura que también nos divertirá con las ocurrencias y vivencias de Ana.
A continuación algunos fragmentos de Quizás, quizás, quizás:
También los invito a seguir mi blog
- ...Esa noche Ana descubrió la flexibilidad de su cuerpo, la feminidad de sus curvas, esa noche en la que su piel fue adorada por vez primera.
- ...Ana era mi admiradora. Cuando estaba en primaria se quedaba horas observándome con la ayuda de un espejo: yo era como una herida entre sus piernas, la piel rosada y suave, el clítoris pequeñísimo, que ya después aprendió a tocar, provocándole escalofríos y deseos incontenibles de patalear: corrientes eléctricas, estallidos, fuegos artificiales. Ana encontró unas revistas pornográficas en el cuarto de su hermano adoptivo y ella no entendía muy bien por qué, pero sentía calor justo donde yo estaba, yo le agradecía sus atenciones y sus caricias dándole sus primeros orgasmos, sus primeros calzoncitos mojados.
- ...– Te tomaría ahora mismo, en esta mesa. – Yo ya estaría encima de ti –nota: todo lo decíamos con una especie de “poker face”– espero que la Nación sepa corresponderte todas las molestias
- ...Alejandro era workaholic y, Saúl, pussyholic.
- ...– Cálmate –le dijo Saúl– ese tipo de mujeres son muy fáciles de manejar con la programación mental, nos pueden ser muy útiles, digo, útiles para la Nación.
- ...Mi voluntad ha pasado por muchos dramas que sólo han tenido un objetivo: matar todo lo que está hecho de sentimientos. Me he comprometido a no ser muy feliz, a no amar demasiado. Todo amor debe terminar y dejar cicatrices. Es más fácil estar solo, matar las emociones, matar el alma, herir a los que tuvieron la mala fortuna de estar cerca, y así poder sufrir mil veces más que la persona a la que dejamos sin un adiós.
- ...Millones de mexicanos católicos costumbristas persignados que ya no podían soportar otro gobierno liberal, mexicanos que me alejaron de Alejandro, que no quisieron un presidente soltero: ya estarán contentos con el numerito de la boda exprés y las mentiras con las que tanto les gusta que los sodomicen. Y viva México. Cabrones.
Espero que este libro les llame la atención y puedas añadir algún comentario.
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http://detodounpocomexpreso.blogspot.mx/
En el cual voy poniendo los libros, poemas y relatos que voy terminando de leer., así que hasta luego y gracias.